Presidente de la Junta Departamental de Colonia se va por la puerta chica.
El actual Presidente de la Junta Departamental de Colonia se irá por la puerta de atrás, casi huyendo.
En el desempeño de su cargo rompió con un sistema de trabajo que venía de 25 años atrás del ejercicio y plenos Derechos de todos los EDILES.
Se prestó a ejercer el cargo en condiciones pocos dignas y avasallando los derechos de los EDILES de la oposición.
Ese cuerpo supo tener a grandes EDILES que ejercieron y enaltecieron la función de PRESIDENTE, trabajando con ecuanimidad por el interés superior.
Solo voy a nombrar a los dos que me vienen a la memoria: Néstor Demaría de Nueva Helvecia y Jorge Godoy de Nueva Palmira.
Ambos con formas distintas de ejercer el cargo.
Demaría, práctico y conciliador, solía recorrer las bancadas para ver en qué temas había acuerdos y ponerlos primeros en el orden del día.
Godoy, respetuoso del reglamento cumplía su labor con ritualismos en la formulación de sus expresiones.
A modo de ejemplo decía “no habiendo más oradores para referirse a los asuntos previos, vamos a dar lectura al primer punto del orden del día”.
Al usar esa forma daba espacio a qué cualquier edil levantara la mano y se expresara respecto de algún tema puntual del momento.
Rápidamente se le otorgaba la palabra y se lo escuchaba. Era luego el cuerpo de EDILES quienes definían si esa solicitud correspondía o no votando a solicitud del Presidente.
Fioroni en cambio vulneró en su Presidencia esa rica historia.
Ha permitido que la Junta Departamental funcione contrario a Derecho.
Ha aceptado sin más que las sesiones se hagan sin público, sin suplentes y casi en secreto, vulnerando derechos Constitucionales.
No ha abierto ningún procedimiento administrativo para esclarecer los hechos del 28 de abril.
No ha investigado el origen de los audios que involucran a EDILES y Secretaria de la Junta.
No se ha expedido sobre la renuncia del Primer vicepresidente del cuerpo Emmanuel Martínez que le retiró la confianza.
Por último, se han reformado actas públicas con su anuencia.
¿Será que el Dr. Fioroni no conoce el Reglamento de la Junta Departamental de Colonia?
Existen al menos siete oportunidades en las cuales un edil puede intervenir antes de iniciarse la lectura del primer punto del orden del día.
La expresión en actas dónde expresa “ya hablaste” es contraria a reglamento.
No tiene el Presidente esa potestad, lo que tiene que hacer es aplicar el reglamento y ver si ese edil está amparado o no.
Si hubieran dudas, serán los EDILES con su voto quienes dirimirán esa situación. Siempre un buen Presidente debe amparar en el uso de la palabra a todos los EDILES de la Junta Departamental. Apegado a lo que el Reglamento le faculta.
Esta forma ilegal de funcionar pone a Fioroni en una escala muy baja.
No ha calificado para tan digna función.
Ha permitido que la influencia de la Secretaria Política lo lleve a cometer todo tipo de errores administrativos.
Se irá sin pena ni gloria en el ocaso de su carrera política.
Los colonienses merecíamos mucho más.
La Junta lleva pago de viáticos la suma de medio millón de dólares. Analice el lector, si los EDILES, el Presidente, la Secretaria política, están cumpliendo con su función, reuniéndose apenas dos horas al mes.
FUENTE: EL ECO
