Pertuy Dará su Testimonio Mañana en Mercedes Sobre la Detención de 38 Adolescentes en Treinta y Tres Durante la Dict
En el marco de la presentación del libro “Crónica de una Infamia, el comunicado más vil de la Dictadura” escrito por Mauricio Almada, estará presente también mañana en Mercedes la Licenciada en Sociología Liliana Pertuy, quien fue una de los 38 adolescentes detenidos en el año 1975 en Treinta y Tres y debió soportar la tortura física y psicológica de la Dictadura y por diez años, hasta que se reintegró la democracia, no pudo estudiar ya que fueron procesados (aunque eran adolescentes) y pese a todo esto, fue una gran resiliente y pudo seguir adelante con su vida.
En diálogo con Crónicas, Pertuy reconoció que “todo esto que pasamos hace tantos años cuando éramos unos chiquilines, nos va a acompañar por siempre no sólo a mí y a los otros 37 detenidos, sino a toda la población en general. Sin de esos hechos que no se conocen mucho porque no se han difundido como se debería, pero en realidad impactaron en todos los uruguayos. Cuando a mí me detienen tenía 15 años y por todo lo que pasamos, sigo denunciando y creando memoria porque entiendo que es la única manera que este tipo de hechos no ocurran nunca más.
Lo que nos pasó ocurrió en una edad muy particular, éramos adolescentes, estábamos proyectándonos hacia el futuro y nos llevan detenidos al Cuartel de Treinta y Tres donde somos sometidos a torturas, porque mi pecado era militar en la Juventud Comunista y reclamar por la democracia. Estuve diez años sin poder estudiar porque nos suspendieron la calidad de estudiantes, me robaron esos años de mi vida, estábamos anulados civilmente, nos tuvimos que ir de nuestro pueblo, tuve que compartir ocho meses con otros chicos en el Consejo del Niño y todo esto no sólo repercutió en mí, sino también en mi familia que sufrió conmigo.
Me reconozco como una mujer muy resiliente, capaz de sobreponerme, porque cuando me lo permitieron pude cursar una carrera, criar un hijo y llevar adelante un hogar en forma paralela. Toda la maquinaria que tenía instalada la dictadura estaba hecha para quebrar a la gente emocionalmente, coartarle todas las posibilidades y yo pude ir sobreponiéndome a todas esas barreras y por eso cuando miro hacia atrás, me sorprende todo lo que he podido hacer y también me pregunto cuánto más podría haber logrado si no me hubiera sucedido todo esto”.
Pese a todo esto que ha pasado, ¿pudo perdonar?
“Yo no odio y eso me parece que es muy importante, pero reclamo sí justicia y lucho, cuento lo que me sucedió y fui una de las que denunció lo que nos ocurrió, porque entiendo que es lo correcto. Cada vez que nos exponemos y recordamos todo lo que pasamos, sin dudas que nos sentimos muy movilizados y lo hago porque creo que todo lo que sufrimos no debe ocurrir nunca más.
Esto fue tremendo porque en Treinta y Tres hace 46 años atrás, la situación que vivimos fue movilizadora. Era una comunidad donde nos conocíamos todos, convivíamos con los torturadores, había un solo liceo en esa época y eso creo que multiplica la crueldad de lo que sufrimos. Muchos de aquellos muchachos no pueden recordar lo que nos ocurrió y cuando hice la denuncia hace diez años atrás, fueron momentos tremendos porque ahí sí tuvimos que brindar detalles y describir cada uno de los momentos que atravesamos en ese tiempo que estuvimos en el batallón de Treinta y Tres”.
FUENTE: DIARIO CRONICAS